“Dadme una docena de niños sanos, bien formados, para que los eduque, y yo me comprometo a elegir uno de ellos al azar y adiestrarlo para que se convierta en un especialista de cualquier tipo que yo pueda escoger -médico, abogado, artista, hombre de negocios e incluso mendigo o ladrón- prescindiendo de su talento, inclinaciones, tendencias, aptitudes, vocaciones y raza de sus antepasados”


J. B. Watson


sábado, 19 de diciembre de 2009

FELIZ NAVIDAD

miércoles, 9 de diciembre de 2009

Tipos infrecuentes de sinestesia

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A Carol Crane le gustan casi todos los tipos de música, pero los conciertos la afectan en una forma peculiar. "Siento el sonido de las guitarras como un soplo en los tobillos. El piano me presiona aquí", manifiesta, tocándose el pecho encima del corazón. "Y el jazz de Nueva Orleans me golpea por todas partes, como una lluvia". La reacción sensorial de Crane a las letras y los números es igualmente extraña. Al ver la letra a piensa en el color azul grisáceo. La letra b es azul pastel y la c, carmesí. Los números le causan reacciones muy similares. El 4 y el 10 los ve rojo tomate, y como con todos sus enlaces perceptuales, le ocurre desde la infancia. El cuatro siempre ha sido rojo. No puede ser otra cosa.
Crane, una psicóloga de 47 años, no padece de alucinaciones. Sus percepciones surgen de una extraña mezcla de los sentidos conocida como sinestesia, una condición que puede tomar múltiples formas. Algunos sinestésicos ven sonidos, otros sienten colores o saborean formas. Simon Baron-Cohen, psicólogo de la Universidad de Cambridge, estima que una de cada 2.000 personas es sinestésica y vive con un sentido empujando al otro. Se sabe poco sobre las causas, pero las sensaciones que experimenta un sinestésico son reales. "Hemos descartado que estas personas estén fantaseando", dice Baron-Cohen.
La sinestesia -del griego syn, junto, y aisthesis, sensación- generó una ola de interés científico y popular a principios del siglo. El compositor ruso Alexander Scriabin, un sinestésico, ideó un órgano que producía múltiples rayos de luz en su sinfonía Prometeo, el Poema del Fuego. Muchos románticos consideraban a los sinestésicos una vanguardia espiritual de la humanidad, más cercanos a Dios que los que tenemos sentidos segregados. "Estas personas altamente sensibles", escribía Wassily Kandinsky, pintor abstracto ruso, "son como los buenos violines... vibran en todas sus partes al contacto del arco". La fascinación pronto alcanzó su clímax, estimulada por la impenetrabilidad de la sinestesia. El problema: Nadie podía penetrar en la mente de los sinestésicos para entender o compartir sus singulares percepciones.
Esto podría cambiar pronto. Impulsados por los recientes avances en la obtención de imágenes cerebrales, los registros electrofisiológicos, los análisis de ADN y otras técnicas, un pequeño número de investigadores en Estados Unidos, Escocia, Inglaterra, Canadá, Australia, Francia, Alemania, Israel y Finlandia está comenzando a despejar lo que distingue a los sinestésicos. Las respuestas, además de arrojar luz sobre una condición peculiar, pueden iluminar un enigma importante de la existencia. La noción de que los sinestésicos son semidivinos está descartada, pero los investigadores del conocimiento afirman que estas personas constituyen una preciosa ventana hacia el misterio fundamental de la conciencia humana.
A medida que examinan, estimulan y evalúan, los científicos se sienten impresionados. "Tendemos a suponer que la realidad es igual para todos", señala Peter Grossenbacher, asociado de los Institutos Nacionales de la Salud (NIH) de EE.UU., el más importante investigador norteamericano de la sinestesia. "La sinestesia nos muestra que las personas que nos rodean pueden tener una experiencia diferente del mundo".
No sólo diferente. Mejor. "Para mí es como si ustedes vieran el mundo en blanco y negro", expresa Carol Steen, una artista de Nueva York, para quien las letras, los números, los sonidos y los dolores evocan una variedad de colores. "Yo lo veo en color". Patricia Duffy, instructora de idiomas de Naciones Unidas, quien siente el color ante letras o números, o al pensar en unidades de tiempo como las horas y los días, coincide enfáticamente. "La sinestesia es maravillosa", comenta. "Perderla sería desagradable, como perder uno de los sentidos".

M. Ruiz, L. Cotes, S. Calderon, Tipos infrecuentes de sinestesia

martes, 8 de diciembre de 2009

La sinestesia


La sinestesia es una facultad poco común que tienen algunas personas, que consiste en experimentar sensaciones de una modalidad sensorial particular a partir de estímulos de otra modalidad distinta. La palabra “sinestesia”, al contrario que “anestesia” (ninguna sensación), se refiere a un fenómeno de “unión de sensaciones”.

El estudio de la sinestesia es muy interesante, tanto desde una perspectiva psicológica como neurocientífica, ya que es como una puerta por la que adentrarnos en el estudio de la percepción, la conciencia, y en la base neural de esos procesos.

Algunas de las características o situaciones comunes en personas sinestésicas son las siguientes:

  • Es hereditaria, es decir, existen familias sinestésicas.
  • Si una persona tiene un tipo de categoría sinestésica, es posible que tenga una segunda o tercera más.
  • Hay sinestesias leves y fuertes (bajas y altas en intensidad).
  • Es más común en artistas o personas creativas en general.
  • Suelen tener problemas en diferenciar la derecha y la izquierda; discalculia o problemas con la aritmética.


Fran

sábado, 5 de diciembre de 2009

La ciencia del amor













Aunque no tiene demasiado que ver con lo que estamos viendo ahora, quería subir esto que escribí el año pasado para castellano, pues es muy curioso y seguro que a más de uno le interesa. Así que ahí va:


¿Es el amor un sentimiento? ¿O simplemente una reacción química? El amor es considerado como un conjunto de comportamientos y actitudes involuntarios y desinteresados, que se manifiestan en seres capaces de desarrollar inteligencia emocional. Actualmente hay otra corriente de pensamiento sobre lo que es el amor. Según algunos estudios realizados por neurólogos y científicos americanos “el amor no se registra como un sentimiento tal y como lo hace el odio o la alegría, si no como una necesidad, es decir, se presenta de manera muy similar en el cerebro como lo hace el hambre”.


Los científicos han estudiado el proceso del amor para determinar exactamente lo que sucede en nuestros cerebros. Han descubierto sustancias químicas que causan todo tipo de reacciones.



Deseo

En lo que respecta al deseo, el sentimiento de apetito carnal por otra persona, la sustancia química responsable es la testosterona. Aunque generalmente se asocia la testosterona con los hombres, se señala que tanto las mujeres como los hombres tienen niveles elevados de testosterona cuando se sienten atraídos por alguien.



Amor

El amor romántico es lo que la mayoría de las personas se imaginan cuando piensan en el amor en general. Al aumentar el nivel de ciertas sustancias químicas llamadas dopamina y norepinefrina se produce la sensación de exaltación y éxtasis que muchos de nosotros sentimos al iniciar una nueva relación.


Aunque estar con alguien no parece tener mucho en común con ciertos deportes que implican aventura tales como surfing o alpinismo, los efectos sobre el cerebro son similares. Así, la gente se siente llena de energía, excitada, en la cima del mundo. El amor es emocionante, y el tipo de persona que busca emociones es más propensa a enamorarse.


Pero no todos están tan entusiasmados por aventurarse. Algunas personas se enamoran con más frecuencia que otras. Depende de la personalidad, perspectiva y experiencias pasadas.


Así que la química del amor es una expresión acertada. En la cascada de reacciones emocionales hay electricidad (descargas neuronales) y hay química (hormonas y otras sustancias que participan). Ellas son las que hacen que una pasión amorosa descontrole nuestra vida y ellas son las que explican buena pa

rte de los signos del enamoramiento.





PD: Helena, ¡no se donde etiquetarlo! T.T


viernes, 4 de diciembre de 2009

LECTURA: Walden Dos

Buenas a todos,

os he añadido una nueva descarga. El libro de B. F. Skinner que hemos estado comentando en clase: Walden Dos.

En la novela se nos presenta una comunidad diseñada en base a los principios de la ciencia conductista. A lo largo de la novela Skinner explica con detalle la aplicación de esta teoría a cada aspecto de la vida en Walden Dos (trabajo, educación, tiempo libre...)

PD: La F. al final era de Frederic...

miércoles, 2 de diciembre de 2009

A vueltas con la bailarina


La ilusión de la bailarina que vimos en clase da mucho que pensar... así que ahí andamos algunos profes dándole vueltas (nunca mejor dicho) y parece ser que no somos los únicos...

Si detenemos la imagen podemos ver que, en definitiva, la base de la ilusión es una imagen con doble interpretación, como la de la joven y la vieja o la del pato-conejo.

Podemos entender que la bailarina está de frente o de espaldas, y de esta forma, según la hayamos interpretado, la veremos como viniendo o como yéndose.

En mi opinión el tipo de ilusión es el mismo en todos estos casos, pero la bailarina, al estar en movimiento nos impresiona más.

Os enlazo a continuación, dos páginas interesantes:

- AQUÍ simplemente han añadido unas líneas blancas a la derecha o a la izquierda de las piernas con lo que la doble interpretación desaparece.

- En ESTA página han "espejado" la imagen, de forma que podemos ver a las dos bailarinas girando en un sentido, en el contrario, ¡o cada una de una forma!

martes, 1 de diciembre de 2009

LECTURA: Hablaba con las bestias, los peces y los pájaros


Mientras Irene nos prepara su post sobre el apasionante trabajo de Konrad Lorenz, yo os he buscado el texto de Hablaba con las bestias, los peces y los pájaros, (buah! cómo me lo curro...) un libro estupendo, con el que os vais a divertir seguro.

Una lectura perfecta para las vacaciones de Navidad, incluso para el puente os diría yo... Animaos y la comentamos.

La coloco en la sección de DESCARGAS ---------------------->