“Dadme una docena de niños sanos, bien formados, para que los eduque, y yo me comprometo a elegir uno de ellos al azar y adiestrarlo para que se convierta en un especialista de cualquier tipo que yo pueda escoger -médico, abogado, artista, hombre de negocios e incluso mendigo o ladrón- prescindiendo de su talento, inclinaciones, tendencias, aptitudes, vocaciones y raza de sus antepasados”


J. B. Watson


viernes, 8 de noviembre de 2013

Test del malvavisco

En este video podéis ver los esfuerzos denodados del niño por aplazar la gratificación inmediata, sacrificando el placer del momento por la promesa de un placer mayor en el futuro (15 minutos, que para un niño puede ser una eternidad).
Lo interesante es que la capacidad del niño para demorar la gratificación, el tiempo que tarda en comerse la golosina, es un mejor predictor del éxito académico y el nivel de madurez social y emocional que tendrá a los 16 años que el coeficiente intelectual o el historial familiar o la clase social. ¿No es sorprendente? Una habilidad tan básica puede ser el factor clave del éxito en la vida.
Tomado de http://homominimus.com