“Dadme una docena de niños sanos, bien formados, para que los eduque, y yo me comprometo a elegir uno de ellos al azar y adiestrarlo para que se convierta en un especialista de cualquier tipo que yo pueda escoger -médico, abogado, artista, hombre de negocios e incluso mendigo o ladrón- prescindiendo de su talento, inclinaciones, tendencias, aptitudes, vocaciones y raza de sus antepasados”


J. B. Watson


sábado, 7 de noviembre de 2009

Métodos de exploración cerebral

Electroencefalografía (EEG):

Mide las señales eléctricas del cerebro en la superficie del cráneo, porque los impulsos nerviosos transmitidos por las neuronas son de naturaleza electroquímica.
Un encefalograma registra los impulsos eléctricos producidos por la actividad cerebral, generados en forma de ondas de distintos tipos, y sigue sus variaciones en el transcurso del tiempo.
La presencia de ondas anormales ayuda a diagnosticar epilepsias, tumores y otras alteraciones neurológicas.


Tomografía axial computerizada (TAC):


Es una imagen de rayos X mejorada por computadora, y su resolución es mayor que la de las radiografías convencionales. La computadora analiza múltiples imágenes y las ordena en una sola, que nos ofrece una sección única del cerebro. Genera imágenes de la anatomía del cerebro y sirve para medir el flujo sanguíneo cerebral o diagnosticar lesiones y tumores cerebrales.
La limitación que presenta es que la visión que se obtiene del cerebro es estática y sólo permite explorar la estructura, pero no la función del cerebro.


Imágenes por resonancia magnética (IRM):

Un detector registra la forma en que los átomos de hidrógeno responden dentro del cuerpo a un campo magnético. Cuando los átomos liberan señales, éstas son procesadas en imágenes por la computadora; las imágenes representan las concentraciones de esos átomos.
El resultado es una imagen detallada de los tejidos blandos del cerebro.
Esta técnica revela detalles anatómicos y registra información fisiológica y bioquímica de los órganos y tejidos, sin que sea necesaria la inyección de colorantes o sustancias radiactivas. Así, los neuropsicólogos observan el cerebro como si fuera transparente.
Suele utilizarse para observar alteraciones en los tejidos y detectar tumores u otras patologías.


Tomografía por emisión de positrones (TEP):

Describe la actividad metabólica de diferentes áreas cerebrales y muestra cómo cada área consume su combustible químico: la glucosa. La técnica consiste en inyectar al sujeto 2-desoxiglucosa, una molécula similar a la glucosa que lleva un isótopo del flúor y que no puede ser metabolizada, por lo que se acumula en el interior de las células más activas. El isótopo del flúor emite unas partículas subatómicas, los positrones, que dan origen a la radiación que detecta el equipo de TEP.
Los investigadores observan que áreas del cerebro desarrollan más actividad dependiendo de la situación en que se encuentre la persona, esto es cuando sueña, escucha música o lee un libro...
Esta técnica proporciona imágenes de la función encefálica viva, en tiempo real y ha revolucionado el estudio de los procesos cognitivos humanos.

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